Ayudan al niño a comprender un mundo lejano, épocas, costumbres, formas de actuar, nuevos valores, normas, etc. además de servir al maestro como un recurso muy importante para trabajar una amplia gama de conceptos, sobre todo lo relacionado con temas transversales.
En definitiva, los cuentos tienen un poder extraordinario. Los niños y niñas se benefician de las enseñanzas del cuento de forma inconsciente y, si intentamos reducir su riqueza, lo único que conseguiremos es que el relato no sea eficaz y que pierda muchas de sus múltiples ventajas y de sus valores.
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